Cada vez más, las empresas necesitan una mayor flexibilidad en la forma de adquirir los productos y servicios, en especial cuando éstos requieren una contratación continuada. Esta necesidad está empujando a que el modelo de contratación de software esté cambiando desde el modelo de adquisición/mantenimiento a un nuevo modelo (denominado SaaS o “Software-as-a-Service”) donde el software se ofrece como servicio y se paga según la utilización que se haga de él.
El cambio a este nuevo modelo está reforzado por la tendencia a ofrecer soluciones en la nube (“cloud”), en donde el “Software-as-a-Service” forma parte del propio tipo de solución ofrecida.
Para las empresas, este nuevo modelo presenta diversas ventajas:
- El número y tipo de licencias de uso se puede ajustar mejor a las necesidades de la empresa.
- El modelo SaaS permite adaptarse con facilidad a las fluctuaciones del negocio.
- Se elimina la existencia de licencias compradas pero que ya no se usan.
- Se pasa de un modelo de Inversión de Capital (CAPEX) a un modelo de Gastos Operativos (OPEX), más fácil de adaptar a los periodos del presupuesto de gastos.